Primero, enganchamos e interesamos a la gente. Segundo, entregamos herramientas. Tercero, aplicamos al trabajo. Resultado: cambiamos percepciones y empoderamos.
Nos especializamos en e-learning de habilidades blandas, o en “blandificar” los temas técnicos-a veces menos apasionantes- pero que son importantes.
D.I. significa tomar un contenido importante y hacerlo lo más digerible posible, al ordenarlo, adornarlo y ejemplificarlo de la forma en que al cerebro le sea lo más fácil posible de procesar.
Al final de un curso con un banco, que se realizaba en un hotel, llegó la persona de RRHH para dar las palabras de cierre del programa. Luego de unos minutos, se dio cuenta de que era de otro banco y que tenía que hacer el cierre en la sala de al lado.
En el inicio de un curso, bastante ceremonioso, no sé por qué se me salió un “lo que tenimo’ que hacer…”. No me quedó de otra que reírme de mí misma y seguir. Al final, igual todo salió perfecto.
Desde el principio del taller, esta persona encontraba todo malo: criticaba todo, no le gustaban las diapositivas, los demás participantes ya estaban cansados de ella… hasta que en un momento, su rabia se transformó en vulnerabilidad, y nos dijo que en cualquier momento la podían llamar para avisarle que su padre agonizante, había muerto.
Volviendo de almuerzo para la segunda mitad del taller, me encontré con la sorpresa de que se habían robado mi computador. Tuve que apechugar y hacer el curso a Capella. La gente fue super comprensiva y la “falta de tecnología” propició conversaciones que de otra manera no se hubieran dado.
Cuando llegué para dar una charla de 1 hora a 45 personas de un banco, me pareció extraño que el lugar fuera tan grande. Lo que en verdad pasó, es que les faltó un 0 y no eran 45 personas… eran 450. Puse cara de que estaba todo bien, hice la charla y aquí no pasó nada.
Salió el tema de la probidad y se mencionó el caso de un dirigente del fútbol a quien se le acusaba de falta de ética. Se me ocurrió una talla súper buena, pero me contuve, ya que no me pareció apropiado. Pero, un participante tuvo la misma idea que yo y lo dijo, provocando una risotada general, hasta que alguien levantó la mano diciendo que el dirigente era su primo, defendiendo su inocencia de forma acérrima.
Estando con la primera línea de gerentes de una gran cadena de comida rápida internacional de centro América, me tomó por sorpresa que, cuando comenzó a sonar el himno de la empresa, todos se pusieran de pié, se abrazaran, y lo cantaran con total devoción. Eso me hizo pensar en la importancia del fit cultural y las diversas maneras de demostrar compromiso e identidad.
Cuando le tocó presentarse al inicio del curso, una mujer dijo “anoche carreteé hasta muy tarde y más encima Chile perdió, así que no estoy disponible para nadie, no me molesten, no voy a participar en nada” y puso los brazos sobre la mesa y metió ahí su cabeza. Curiosamente, el curso era de atención al cliente.”
Tengo la costumbre de pedirle a los participantes que me ayuden a leer las diapositivas, partiendo por los que están adelante, hacia atrás. Pero a medida que me acercaba al fondo, una mujer joven, me miraba constantemente con el ceño fruncido. Al llegar a ella y pedirle -con algo de susto- que me ayudara a leer, me dijo con tono súper amable “no puedo! Se me quedaron mis anteojos y no veo nada…“
Conversando en un banco sobre servicio, un colaborador nos contó que llegó un cliente a quien tenían que tomarle la huella, pero que no tenía manos. Lejos de quedarse ahí, buscaron, llamaron y preguntaron qué podían hacer. Finalmente, terminaron tomándole la huella del dedo del pié y resolvieron el tema por el que había ido.
“Nooo… por la mie***!!”. Todos se rieron. Medio en serio, medio en broma, le dije que tenía que contar que pasó. Ocurrió que le llegó un mail informando un problema de la compañía y que afectaba directamente a uno de sus clientes. Era un taller de clientes difíciles. Paramos el taller, y nos dedicamos a resolver el problema en grupo. Todos empezaron a aportar, aprendimos y logramos resolver el problema. ¡Me encanta cuando pasa eso!
Cuando no está corriendo triatlones, está aplicando su dedicación y disciplina en proyectos de gestión de personas
Ha sido una gran experiencia trabajar con Moove, son un equipo de personas que acompaña y asesora al cliente en todo momento con una excelente actitud y flexibilidad. Nos han ayudado a desarrollar programas para el desarrollo de power skills utilizando diferentes experiencias de aprendizaje, cuentan con cursos en diferentes formatos acorde a las necesidades de estos tiempos, además de desarrollar nuevos contenidos permanentemente
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